La muerte del joven de 22 años es una noticia impactante, aunque lamentablemente no sorprendente. Desde 2021, se han documentado varios casos de ejecuciones por consumir o distribuir K-Pop. En ese momento, se informó sobre la ejecución de al menos siete personas.

Oficialmente, escuchar K-Pop se considera un delito desde 2020, año en que se aprobó una ley que prohíbe todo contenido extranjero, especialmente de Corea del Sur.

Según las autoridades de Corea del Norte, el K-Pop y otros contenidos surcoreanos promueven "ideologías y culturas reaccionarias". Esto significa que lo consideran propaganda que podría incitar a la rebelión entre la población.

Además, se consideran delitos la ingesta de alcohol, el uso de vestimenta blanca por parte de las mujeres e incluso el uso de lentes de sol.